Nuestras residencias de ancianos ofrecen servicio médico y de enfermería, servicio psicológico, fisioterapia, control nutricional con menús adaptados, terapias no farmacológicas y ocupacionales, así como, talleres de memoria y estimulación cognitiva y psicomotriz.
Ambos centros también ofrecen servicios de atención a personas con demencias, cuidados paliativos y estancias temporales por convalecencia y rehabilitación o por descanso del cuidador.
Elegir una de nuestras residencias DomusVi en Burgos es recibir atención profesional, con cuidados individualizados y trato familiar; es gozar de un entorno activo, con un gran programa de actividades terapéuticas y de ocio; es disfrutar de comodidad, con unas instalaciones amplias y adaptadas; es mantener una dieta equilibrada, con menús adaptados; es disfrutar de tu tranquilidad y de su bienestar.
Ambas residencias en Burgos cuentan con terrazas y zonas comunes que permiten disfrutar del aire libre, y con unas instalaciones adaptadas que disponen de espacios de ocio como salas de socialización, cine y biblioteca. Las habitaciones individuales y compartidas están equipadas con camas articulables y sistema de aviso y televisión.
Además, para que las personas usuarias puedan ganar bienestar físico y emocional, mejorando su autonomía personal y calidad de vida, los centros residenciales cuentan con gimnasio y sala de terapia ocupacional. También cuentan con zonas especializadas en la atención a personas con deterioro cognitivo. Así como, ofrecen servicios religiosos.
Para asegurar la calidad en el servicio y los cuidados ofrecemos una atención individualizada adaptada a las necesidades de cada persona residente o usuaria.
Para ello, contamos con diferentes equipos de profesionales formados por una gran variedad de perfiles: dirección, trabajador social y administración que trabajan para asegurar un buen funcionamiento del centro; perfiles sanitarios como médicos, personal de enfermería y fisioterapeutas que velan por el bienestar físico y emocional de los ancianos, y perfiles técnicos como terapeutas ocupacionales que fomentan la vida activa en el centro con terapias y actividades de ocio. Además, de los equipos de cocina, limpieza, mantenimiento, lavandería y personas de atención directa y supervisión.
En una residencia privada la gestión y la financiación están a cargo de una empresa de carácter privado. En cambio, una residencia semipública o concertada la gestión es privada (empresa) pero su financiación es pública.
Para acceder a una plaza en una residencia de personas mayores pública o concertada es necesario cumplir determinados requisitos y trámites, además, de los establecidos en la Ley de Dependencia. La solicitud debe tramitarse directamente con la Administración pública y normalmente se gestiona a través de los Servicios Sociales de base.
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