16 de Marzo, Día del Trabajo Social

Con motivo del día del Trabajo Social celebrado el pasado 16 de marzo, nuestra directora, Mercedes Pérez, participó con una ponencia en los actos celebrados a través del Colegio de Trabajadores Sociales de Sevilla. A continuación un resumen de dicha ponencia. Si bien los garantes del sostenimiento de la vida en primer término son los sanitarios, y fueron noticias por la ausencia de refuerzos de sus plantillas, las improvisadas infraestructuras en plena pandemia… hay una tercera capa, más difícil de ver, que, sin embargo, ha estado ahí proporcionando nada menos que alojamiento, alimento, orientación y, sobre todo, acompañamiento emocional. Esta capa la componen estos profesionales que son los y las trabajadoras sociales. Más allá de la imagen que tenemos todos de un gestor de ayudas, somos mucho más. La falta de conocimiento de la labor de los y las trabajadoras sociales, y también la burocratización y el volumen de casos e intervenciones del día a día sobre todo en ciertos servicios públicos, ha hecho que la labor profesional se reduzca a la burocracia y a la gestión de recursos o prestaciones. Sin embargo, es bueno recordar que el Código Deontológico define el trabajo social como una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio, el desarrollo  y la cohesión social, el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los y las trabajadoras sociales sabemos que el Covid-19 es una enfermedad social, es decir que no puede ser pensada sólo desde la medicina, la biología o los efectos psicológicos; de ahí que la implicación de nuestro colectivo debe ser siempre a la par de los demás y en apoyo a los primeros intervinientes de forma proactiva. Las residencias se definen como centros de carácter social, con una función sustitutoria del hogar que ofrece alojamiento, convivencia y atención integral a personas mayores en situación de dependencia. Se tratan de centros vivos, dinámicos, abiertos al entorno, en permanente interacción con el medio social. Nuestra misión es ofrecer servicios de calidad que den respuestas eficaces a las necesidades de cada persona. De ahí que nuestro trabajo sea de carácter integral, holístico y multidisciplinar. Este comprende el abordaje de las necesidades de carácter físico, emocional, psicológico y espiritual desde la perspectiva de los cuidados. La atención sanitaria alcanza un papel fundamental dada la tipología de las personas que atendemos: enfermos crónicos, pluripatológicos con gran carga asistencial y nivel de dependencia. Situamos el centro de atención en la persona y su entorno afectivo. De profesión vocacional, nuestro trabajo alcanza un compromiso y una dimensión ética muy importantes. Trabajar con los eméritos de la sociedad supone un reto constante, una oportunidad de crecimiento personal y una enseñanza de vida. Convivir con la vulnerabilidad, el sufrimiento, la dependencia, nos hace ser más humildes, fuertes y generosos; como a valorar los principios de autonomía, justicia, no maleficencia, la dignidad, el respecto y la compasión en los cuidados. Contar lo que hemos vivido en este último año es contar lo que hemos sentido. En la vida, hay momentos y sucesos que nos dejan huellas. Esta pandemia marcará un ante y un después en nuestras vidas, sentimientos de rabia, impotencia, dolor emocional, nos dejará en el alma  unos recuerdos imborrables. Hemos trabajado con entrega y dedicación, sin descanso, los profesionales han sacado lo mejor de sí mismos, han demostrado una calidad humana y profesional dignas de reconocimiento y admiración. Mercedes Pérez Directora DomusVi Santa Justa