Día mundial de la sonrisa

Publicado el 2 de octubre de 2020

¿Hay algo de verdad en eso que dicen de que reír alarga la vida? Pues sí, porque si nuestro cerebro ríe, libera endorfinas. La liberación de endorfinas está presente en todos los estados de ánimo positivo y es una de las responsables más importantes de la sensación de placer, o de que el cerebro nos anestesie con rapidez cuando sufrimos un daño. Además, cuando nos reímos reducimos la liberación de cortisol, la hormona del estrés; para compensarlo, el cerebro libera dopamina, una sustancia que se asocia con emociones positivas. Con la risa logramos también liberar energía negativa del cuerpo.  Por otro lado, ¿qué ocurrirá si me hacen reír? Pues que tu cerebro se oxigenará y tu sistema límbico se activará y con ello facilitará las funciones de retención de memoria. Así, no olvides hacer reír antes de contar algo que quieras que alguien recuerde. Su cerebro estará más preparado para codificar, retener y recuperar esa información. Pero...y ¿qué pasa cuando obsequio a los demás con una sonrisa? Lo cierto es que la sonrisa nos hace más atractivos; alguien sonriente siempre va a ofrecer una compañía más deseable que alguien que no sonría, o que frunza el ceño nada más conocer a otra persona. La risa proyecta una imagen de mí mismo de seguridad y estima, genera más confianza e invita a que los demás se acerquen a ti. Así, cuando sonrío me siento más optimista y puedo generar una mejor versión de mí, una versión que luego trasladaré, y contagiaré, al exterior. La sonrisa tiene el poder de generar sonrisas en los demás gracias a nuestras “neuronas espejo“. Estas neuronas se encargan de imitar de forma innata aquello que vemos del exterior. Por eso a veces cuando oímos o vemos a alguien con un ataque de risa, nos ponemos a hacer lo mismo sin saber por qué, nos contagiamos de su energía positiva. El humor y la risa pueden darnos un nuevo enfoque sobre las situaciones en las que nos encontramos, ya que activan nuestra corteza prefrontal. Este área se encarga de las funciones humanas más desarrolladas, como la creatividad, la perseverancia, el pensamiento más flexible y la organización. Debido a los tiempos que nos toca vivir, hoy quiero enseñaros algunas de las sonrisas que cada día se esconden detrás de la mascarilla y la traspasan, para que veáis el poder que tienen. Hoy va por todas esas partes de un equipo que hacen que cada día afrontemos las circunstancias con la mejor actitud posible y nos regalan algo tan sencillo, pero con un gran impacto.   Una sonrisa cuesta poco pero vale mucho. Quien la da es feliz y quien la recibe la agradece. Dura solo un instante y su recuerdo, a veces, perdura toda una vida” Mariano Aguirre

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