María, trabajadora social DomusVi Ciudad de las Artes
En esta época tan complicada que nos ha tocado vivir, familias:
¿Quién nos iba a decir hace unos meses que estaríamos viviendo una pandemia mundial?
Que estamos la mayoría de la población en nuestras casas y que nuestros mayores serían uno de los sectores más afectados…
Sin duda, todos hemos vivido varias etapas desde que esto comenzó: incredulidad, miedo y preocupación… Hemos ido tomando medidas que al principio fueron difíciles de aceptar, sobre todo las que implicaban restricción de contactos y visitas, tan acostumbrados a vernos, a tocarnos y a abrazarnos.
Desde luego, esta experiencia nos hace aprender y crecer cada día y nos ha vuelto a todos más críticos con la realidad que estamos viviendo, con la imagen que se está dando de los Centros, tan injusta y que bien poco refleja cómo apreciamos y cuidamos a nuestros mayores.
Pero no olvidemos que, ante todo, nos ha hecho más fuertes, más valientes, más solidarios, más comprensivos, más pacientes…
También nos está dando momentos de alegría; con creatividad e ingenio buscamos cómo seguir con nuestras actividades: una merienda especial, ver una procesión, ganar al bingo, saludar a los compañeros, recibir una carta, una vídeo llamada para poder ver a la familia…
Pequeños detalles con los que, al ver sus caras de alegría y emoción en estos momentos, se reafirman la fuerza y la motivación con la que cada uno llegamos a la residencia cada día.
Nuestros mayores nos siguen enseñado a apreciar estos pequeños detalles, como os han enseñado a vosotros a lo largo de los años, familias. Y así seguirá siendo, pronto estaréis juntos.
Volveremos a la rutina en el Centro, a los residentes en recepción por las mañanas leyendo el periódico, realizando actividades en el gimnasio, las manualidades en la sala de actividades, lo que nos encanta salir a la terraza con la llegada del buen tiempo, las visitas de los familiares en la cafetería…
Residentes, familiares y profesionales, somos una gran familia y dentro de un tiempo, sea el que tenga que ser, volveremos a compartir momentos juntos. Os volveréis a abrazar. Nos volveremos a abrazar.
Pero mientras tanto, os aseguramos que nos dejamos la piel y damos todos el máximo de nosotros para apoyarles, acompañarles y verles sonreír. Y veros sonreír a vosotros también.
¡Nos vemos pronto!