Judit, trabajadora social DomusVi San Adrián
«Nunca pudimos imaginar que nos iba a tocar vivir esto»
Es una de las frases más escuchadas desde que comenzó la pandemia, el confinamiento.
La vida nos dio un vuelco y todo lo que veíamos como rutinas y cosas comunes, se convirtió en el mayor de nuestros anhelos.
Estos meses han sido muy duros, una lección de vida que nunca podremos olvidar.
Pero de lo malo también hay que sacar aprendizajes, valorar lo que tenemos y las cosas importantes de la vida.
Hemos salido más reforzad@s, con valores y fuerzas ocultas que no sabíamos que existían en nuestro interior. Nos hemos puesto a prueba y a pesar del cansancio físico y emocional, hemos tirado para adelante sin perder las ganas.
No voy a negar que hemos llorado mucho pero me quedo con las cosas positivas que nos hacen crecer.
Doy las gracias a mis compañer@s por su esfuerzo, por vencer los miedos y demostrar de qué pasta están hech@s. Por apoyarme cuando lo estaba pasando mal y no soltarme.
Doy las gracias a nuestros mayores, por su resiliencia, por sus fuerzas y ganas de vivir. Me llevo mucho de ellos.
Y doy las gracias a sus familias, por dejarme entrar hasta la cocina en cada vídeo llamada, por la confianza, el cariño, el respeto y comprensión en estos duros momentos.
Ya está más cerca el reencuentro, no lo olvidéis.
Hasta entonces, seguiremos ahí minuto a minuto. Y como solemos decir, somos vuestros ojos, vuestros abrazos, y no dudéis que así seguirá siendo. Estamos junt@s en la lucha.
L@s guerrer@s de San Adrián ¡no se rinden!