Belén, directora Residencia Castro Ribeiras do Lea
Desde la Residencia de Castro Ribeiras do Lea, queremos agradecer y haceros partícipes de este largo y duro camino llamado COVID19, en el que sin duda, nos habéis acompañado.
Este camino nos ha dejado momentos increíbles y con éstos nos vamos a quedar, dejando atrás los de angustia, impotencia y debilidad, sin olvidarlos, ya que éstos precisamente, son aquellos que nos enseñan a caer y levantarnos cada día, para volver a esta batalla.
GRACIAS a todos nuestros residentes, pues nos han dado una clara lección de lo que es un confinamiento duro y digno, nadie lo hubiera hecho igual que ellos.
Quizás solo ellos sepan lo que por sus cabezas ha pasado todo este tiempo, pero os aseguro que hemos estado ahí para leer sus miradas, secar sus lágrimas y compartir sus sonrisas. Han sido auténticos GLADIADORES.
GRACIAS a sus familias, y mil veces gracias, por vuestra comprensión, apoyo, respeto y confianza en el equipo de Castro. El papel más difícil, el vuestro, sin duda. LO SABÍAMOS y lo sabíamos porque al llegar a nuestra casa, no podíamos abrazar a los nuestros. Sí, era duro.
Sabíamos que todo cuanto hiciésemos, nada sería suficiente, por ello quiero transmitir estas GRACIAS en mayúscula, porque también nos habéis dado una lección, la más importante, estar a nuestro lado sin reproches.
GRACIAS a los trabajadores, a todos sin excepción. No somos héroes, no, pero sí profesionales, profesionales que sufríamos, que teníamos miedo, que llorábamos y teníamos emociones, en definitiva, humanos.
La primera línea de contacto es dura y por ello hemos de aplaudir su trabajo y pido un fuerte aplauso con el corazón, por todos los trabajadores y por el equipo COVID, por su confinamiento con los más perjudicados en esta pandemia.
El equipo de Castro ha demostrado profesionalidad, aunque la tristeza nos inundara. ¡BRAVO COMPAÑEROS!
BRAVO por nuestras familias, que no puedo olvidarlas. Al salir de casa cada día nos íbamos a luchar y nunca sabíamos lo que podríamos llevar de vuelta. Gracias por respetar nuestro trabajo, cuidarnos y ayudarnos a seguir.
GRACIAS a los colaboradores, a los que en su confinamiento nos escribían para animarnos, a los que nos ofrecían y elaboraban medidas preventivas y sin pedir nada a cambio, a los que nos conseguían mascarillas a precio de oro, era un lujo pagarlas, sí.
No me puedo olvidar de las muchas empresas que han colaborado como HOLA, GADISA, ABANCA, FARMACIAS DEL PUEBLO, GANADERÍA LUIS FERNÁNDEZ, etc.
Jamás me podré olvidar de las chicas de epidemiología…adorables, nuestro ALCALDE siempre dispuesto, a la UME y la GUARDIA CIVIL, qué grandes… TODOS habéis aportado la ilusión de no sentirnos solos, GRACIAS POR ESTAR A NUESTRO LADO.
En definitiva y para acabar, GRACIAS a los que nos habéis dedicado un minuto en vuestro pensamiento, porque ha sido y será lo que nos ayude a seguir luchando.