Ainoa, auxiliar DomusVi Stella Maris

Me he tenido que dar cuenta que por muy independiente que sea de todo, se necesita mucho el cariño de los más cercanos.

Quién diría que echaría tanto de menos discutir con mi hermano cada vez que se presenta ocasión, o estar haciendo trabajos de clase y jugar con mi hermana pequeña cada vez que me lo pide, o simplemente sentarme junto a la chimenea para escuchar los consejos de mis padres.

Cada día se me hacia mas cuesta arriba, porque no es lo mismo que haya decidido irme de casa y tener ocasión de verlos siempre que quiera, a que por toda esta situación con el Covid-19 me he tenido que sentir obligada a irme un tiempo de casa por el sector en el que trabajo y tener que esperar tanto tiempo para poder darles un simple abrazo.

Yo trabajo en una residencia pequeñita, y nos ha hecho ver la importancia que tiene simplemente escuchar por unos minutos la voz de un ser querido. Como cada vez que alguien llama a uno de nuestros mayores, ellos se apresuran para escuchar la voz que hay al otro lado, dando ánimos e intentando hacerle ver que cada vez queda menos para vernos todos y fundirnos en abrazos.

No sabéis la satisfacción que nos da ver que cada vez que hablan con un ser querido nos lo cuentan con ilusión y ves la sonrisa en su rostro todo el día. Y también gracias a la tecnología de hoy en día, también pueden hacen vídeo llamadas y verse durante unos minutos, eso sí que les impresiona y están esperando la hora que les toque ver a su familia en “ese aparato tan pequeño” y tan moderno.

A mí por lo menos su felicidad y la forma de afrontar las cosas es lo que más me llena de esperanza. Y como sin querer hacen el amago de ir abrazarnos y se dan cuenta de que no pueden, pero no tardan en chocarnos con el codo y decirnos que muy pronto nos van a achuchar tanto que les tendremos que obligar a soltarnos.

Si hace mismamente un año me hubiesen dicho que ahora estaría en esta situación me hubiese quedado muda y sin saber qué decir o incluso me hubiese entrado la risa, pero nunca sabes lo que nos depara el futuro.

Esta cuarentena nos ha ayudado a muchos para darnos cuenta de que no todo lo importante está en lo material, que nos necesitamos los unos a los otros y que mutuamente nos tenemos que apoyar en la medida de lo posible.

Suena complicado, pero creo que es lo que la mayoría de la gente ha estado haciendo hasta ahora, quedándose cada uno en casa lo máximo posible y dejando trabajar a los que estamos en primera línea, ya sea en hospitales y residencias, supermercados, gasolineras, los policías y militares, e incluso los que trabajan en el campo que también son muy importantes.

Esta situación que estamos viviendo ahora me ha hecho ver que elegí bien el campo al que me quiero dedicar, y poder hacer feliz a las personas en la medida de lo posible, porque es lo que de verdad me llena y me ilusiona.

Ainoa
DomusVi Stella Maris (Santander)