Esta semana desde el departamento de fisioterapia informaremos sobre uno de los materiales que usamos como medida preventiva de las úlceras por presión (UPP) y que usamos en nuestra residencia Domus VI Guadaíra, se trata de los colchones antiescaras.
Primero explicaremos brevemente qué es una úlcera por presión, y algunas medidas preventivas entre ellas el uso de éste colchón para prevenir su aparición o mejorar su curación si ésta ya ha aparecido.
Una úlcera por presión es una lesión en la piel y /o tejido subyacente que se localiza generalmente sobre una prominencia ósea como resultado de la presión o presión con la combinación de la cizalla. Existen varios grados según los tejidos que se han visto afectos y su profundidad.
Estas lesiones empeoran la calidad de vida de la persona, aumenta el tiempo de permanecer en cama e incluso en situaciones extremas aumenta el riesgo de mortandad.
Se debe llevar acabo unas medidas preventivas de la piel como son:
- Evitar colocar a la persona sobre la zona de eritema siempre que sea posible
- Mantener la piel limpia y seca
- Proteger la piel frente a la exposición de la humedad excesiva
- Hidratación abundante de la piel seca
- Realizar ingestas adecuadas sobre todo ricas en proteínas
- Beber abundante líquido
- Cambios posturales en personas con movilidad reducida
- Uso de medidas como cojines, colchones antiescaras, etc.
Un colchón antiescaras es una superficie especial que reparte el peso del cuerpo, aliviando la presión y evitando así que aparezcan las UPP. Existen diferentes tipos de colchones antiescaras, los que usamos en Domus VI son de aire con motor, para ello es necesario el uso de un colchón normal ya que éste es solo un sobrecolchón que funcionan con conductos que se inflan de aire de manera alternativa y mediante corriente eléctrica, por lo que evitan que se ejerza presión continua sobre la misma zona del cuerpo
La gran ventaja de utilizar este tipo de colchón es que se indica para cualquier persona cuyas necesidades de salud les obliga a permanecer en reposo un largo periodo de tiempo, por ejemplo, aquellos que tengan algún tipo de fractura, que tengan alteraciones en el flujo sanguíneo, que presenten problemas de carácter neurológico, que tengan sudoración excesiva, incontinencia fecal o vesical, así como cualquier otro problema relacionado.
Elisabet Cruz Varela
Fisioterapeuta