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ENERO 2018



Publicado el 24 enero, 2018 - 09:21h

La Artritis Reumatoide es una enfermedad crónica, inflamatoria y sistemática de causa autoinmune que cursa por brotes. La Terapia Ocupacional ayuda a mantener y mejorar la funcionalidad de las articulaciones afectadas en las diferentes fases de la enfermedad.

Los objetivos del tratamiento de la terapia ocupacional son los siguientes:

  • Mantener la capacidad funcional
  • Corregir o prevenir el desarrollo o progresión de las deformidades de la mano
  • Conseguir del paciente una concienciación sobre la protección articular
  • Paliar la discapacidad.

El tratamiento se basa en:

  • Reducir el edema

 Equipamiento ortésico, por ejemplo mediante el uso de férulas de reposo y funcionales

  • Plan de ejercicios, este plan de ejercicios debe realizarse de manera individualizada a cada paciente ya que debe ser ajustado a su estilo de vida y actividades.
  • Actividades terapéuticas, que se centran en evitar/recuperar las deformidades de la mano (desviación cubital de los dedos o dedos “en ráfaga”, dedo en cuello de cisne, dedo en ojal) teniendo en cuenta, siempre, la posición de la muñeca que debe ser neutra y evitando la desviación cubital.
  • Programa de protección articular y conservación de la energía para educar al usuario con AR en el modo de realizar las actividades de la vida diaria minimizando el estrés sobre las articulaciones así como favorecer la conservación de la energía
  • Ayudas técnicas, para intentar reducir el dolor durante las actividades así como favorecer la independencia y calidad de vida.

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